Crear energía a partir de las olas del mar

A través de la innovación, las empresas pueden convertirse en agentes del cambio. Muchas veces, las respuestas a los retos que afrontamos como humanidad están al alcance de nuestras manos, pero necesitamos que alguien desarrolle la tecnología adecuada para desbloquear este potencial. Un buen ejemplo de ello son las olas del mar. Una fuente de energía muy poderosa que, debidamente canalizada, puede ayudarnos a acelerar la transición energética.

El reto:

Limitar el calentamiento global pasa por descarbonizar la energía. En los últimos años se ha avanzado mucho en esta dirección y, recientemente, la AIE anunciaba que el punto máximo de consumo mundial de combustibles fósiles llegará en 2025, mucho antes de lo esperado. La mayor presencia de las renovables en el mix energético mundial ha sido clave – en 2023, más del 30% de la electricidad generada procedía de fuentes limpias (AIE) -, pero también ha abierto nuevos retos. La fiabilidad del suministro no siempre queda garantizada y es necesario encontrar alternativas más confiables.

La innovación:

La energía undimotriz aprovecha la fuerza de las olas para generar electricidad de forma predecible y constante. En España existen varios proyectos alrededor de esta tecnología. Uno de ellos es el que puso en marcha el Puerto de Valencia en 2023. Instalado en la zona de la Marina y construido por la empresa española Rotary Wave, también encargada de su mantenimiento, el Wave Energy Converter (WEC), cofinanciado por la Unión Europea y el Ayuntamiento de Valencia, nacía con el objetivo de evaluar la capacidad que tienen las olas del Mediterráneo para proporcionar energía renovable.

Y, ¿cómo funciona?:

La undimotriz es una energía emergente con diferentes enfoques técnicos. En el caso del proyecto WEC se instaló en el mar un dispositivo conectado a un brazo hidráulico. La electricidad se genera a partir del movimiento de elevación e inmersión que las olas provocan en él. En concreto, el brazo transmite el movimiento a los pistones hidráulicos, que, a su vez, transfieren fluido hidráulico biodegradable a los acumuladores ubicados en tierra. Finalmente, el agua a presión que se va acumulando hace girar el motor hidráulico, este pone en funcionamiento el generador y la electricidad pasa a la red mediante un inversor. 

El resultado:

El proyecto WEC tiene una capacidad de cerca de 130.000 kW al año, pudiendo generar energía para unos 40 hogares, y, con una potencia instalada de 20 kW, es capaz de ahorrar la emisión de 36 toneladas de CO2. Siguiendo en esta misma línea de sostenibilidad, su impacto ambiental es reducido, por su pequeño tamaño y porque no utiliza aceites u otros componentes tóxicos para la vida marina.

¿Tiene futuro esta idea?:

Como avanzábamos, la undimotriz es una renovable todavía en desarrollo, pero con un potencial enorme. Los expertos aseguran que, aunque en una primera etapa, solo podría generar energía limpia para comunidades pequeñas que se encuentren en la costa, en islas o en plataformas en alta mar, a la larga sería posible escalarla. Las empresas innovadoras pueden ser determinantes en este sentido y proyectos como el descrito son una prueba clara del interés de las administraciones públicas por apoyar con subvenciones y ayudas este tipo de iniciativas determinantes para las agendas 2030 y 2050.

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