Innovación y actualidad - La industria Manufacturera

Después del escenario optimista que se generó con la llegada del verano, la actividad industrial en España ha vuelto a contraerse en agosto, tras vivir tres meses de cierta recuperación. La tendencia general a nivel europeo es errática, pues mientras Alemania e Italia continúan recuperando sus sectores industriales, Francia y Grecia muestran una situación similar a la española. Esta recuperación desigual afecta especialmente al sector industrial, ya que por la propia naturaleza de su actividad se ha visto especialmente golpeado por las consecuencias del COVID.

La actividad manufacturera es una pieza clave dentro del sector industrial, ocupando en torno al 90% del empleo industrial, tal y como muestra el siguiente gráfico, elaborado por el INE^[1], donde se observan los principales indicadores económicos del sector.

Figura 1: Peso de la industria manufacturera

No obstante, como se ha dicho, El PMI (Índice de Producción Manufacturera) observó una fuerte contracción en el mes de agosto. Dada la posición privilegiada de las manufacturas dentro del sector industrial, el PMI se emplea habitualmente como un indicador que permite anticipar tendencias futuras, lo que revela que los retos a los que se enfrenta el sector si desea favorecer un escenario propicio para una recuperación robusta.

Figura 2: PMI y Producción Industrial en España^[2]

Ante este escenario se abre una vía para devolver al sector manufacturero, e industrial en su conjunto, a la senda del crecimiento y generar atractivas expectativas de futuro. Para doblegar los efectos de la pandemia, al tiempo que para hacer frente a otras economías basadas en el bajo coste, una apuesta estratégica, de largo plazo y sólida en I+D+i es el camino a seguir si se desea no solo la recuperación, sino un incremento significativo de la competitividad que amplíe el volumen del sector.

La reciente apuesta de la Unión Europea, que ha dado el paso histórico de emitir por primera vez bonos comunitarios, para financiar ayudas ligadas a proyectos de I+D+i, verdes y digitales muestra la senda por la se discurrirá durante las próximas décadas. Por tanto, se puede afirmar que el crecimiento del sector industrial, vía I+D+i, resultará decisivo en la economía, especialmente tras haber observado como consecuencia del COVID los riesgos que presenta una economía fuertemente terciarizada.

El sector manufacturero tiene sus propias propuestas para hacer frente a sus retos futuros, así como para aprovechar las oportunidades que ofrece la cuarta revolución industrial de la mano de la Industria 4.0. Las principales tendencias que muestra este sector clave son las siguientes^[3]:

Manufactura Aditiva (Impresión 3D)
Manufactura Hiperflexible
Manufactura Digital
Manufactura Circular

La Manufactura Aditiva o Impresión 3-D reportará grandes beneficios vía lo que se ha denominado “Mass Costumization”, es decir la personalización en masa. La personalización de productos, fundamental para adaptarse a las necesidades del cliente en la actualidad, posee un talón de Aquiles: el costo del producto aumenta de manera directa con un mayor grado de personalización y complejidad. La impresión 3-D ya se aplica profusamente en la actualidad, no obstante para hacer realmente viable una producción personalizada en masa aún se deben optimizar los tiempos y costes de producción.

The mass customization paradigm [6]. | Download Scientific Diagram — Figura 3: Mass Customization^[4]

En segundo lugar, la Manufactura Hiperflexible, más que una disrupción tecnológica en sí misma, supone un cambio de los métodos y el Know-How del sector. En concreto consiste dar un importante salto cualitativo: pasar de personalizar el producto a personalizar la cadena de suministro. Para ello, se deberán incorporar nuevas funciones en las misma, aportando un valor real al cliente. Para ello resulta fundamental el establecimiento de alianzas estratégicas y de colaboración.

Seguidamente la Manufactura Digital, se centra en explotar los beneficios y oportunidades derivados de la Cuarta Revolución Industrial y el Internet de las cosas. A tal fin, la adopción de equipos asistidos por software permitirá un aumento de la eficiencia y productividad. Adicionalmente, los beneficios derivados de una mayor digitalización de los sistemas productivos también repercutirá en una mayor flexibilidad de las cadenas de producción, siendo aplicable también a las de suministro.

Por tanto, aprovechar la ventana de oportunidad que se abre mediante este notable salto tecnológico resulta imprescindible. Además, como se puede observar, las consecuencias de este tercer punto inciden directamente en los dos anteriores (personalización en masa y un nuevo concepto de cadena de suministro), por lo que en cualquier caso se trata de tendencias interconectadas.

Figura 4: Equipo asistido por software [5]

Finalmente, resulta imprescindible tratar el asunto de la Manufactura Circular. Este concepto, no es más que la aplicación de la ya conocida Economía Circular a la Industria Manufacturera. En el marco actual, la preservación del medio ambiente no es una opción. En este contexto si se desean preservar unas adecuadas condiciones de vida y un futuro próspero para la economía es necesario poner freno a prácticas, que en el largo plazo reportarán muchos más problemas que beneficios.

Adicionalmente, la Industria requiere de unas materias primas que por definición son escasas, y que lo serán aún más teniendo en cuenta el vertiginoso crecimiento de la población y el desarrollo de economías emergentes que competirán por el acceso a los recursos.

Por tanto, la adaptación de la industria a los ciclos productivos circulares, mediante los que se generen productos con un ciclo de vida igualmente circular constituye hoy en día uno de los principales retos. Al mismo tiempo, también supone una de las principales oportunidades para el sector manufacturero e industrial, dado que el empleo de materias primas recicladas podría acarrear una importante reducción de los costes de producción, lo que incrementaría la productividad.

En resumen, cabe decir que el Sector Manufacturero enfrenta grandes retos, en medio de una situación complicada derivada de la pandemia. Por un lado, existen las tendencias que responden a necesidades específicas del sector, es decir, hacer viable a gran escala industrial la producción personalizada en masa al tiempo que se optimizan las cadenas de suministro. Para ello se presentan como soluciones la impresión 3-D a nivel industrial, especialmente interesante para aquellos sectores que dependen de manufacturas complejas, como el aeronáutico o el automovilístico. Por otro lado, las cadenas de suministros deben enfocarse a la flexibilidad del siglo XXI mediante un nuevo enfoque del Supply Chain, con especial relevancia de sus Partners.

Para concluir, se observan otras dos tendencias, en este caso menos específicas del sector y más generales, dada su naturaleza. A pesar de ello, conforman los ejes estratégicos sobre los que se asentará el sector industrial en el futuro: por un lado, la adaptación de los procesos productivos a las nuevas posibilidades que ofrece el Internet de las cosas resulta fundamental para abordar la Cuarta Revolución Industrial. Por otro la adaptación del sector a la Economía Circular, posee el potencial para generar un nuevo marco en el que se incremente la competitividad al potenciar el acceso a materias primas.

Pablo Cerero, Analista I+D+i

FUENTES: